Antes, ver a Rafael Nadal en la Philippe Chatrier siempre fue sinónimo de épica, garra y títulos. Pero no es así este año. Porque, esta vez, Rafa no viene a ganar, sino a decir adiós. Y yo no sé tú, pero ya estoy emocionado al pensar en mis próximas apuestas de tenis, porque sí, finalmente llegó el momento.